Un cambio de look para el PRI

Ayer, el Wall Street Journal puso en su portal un video titulado “Barbie turns 50 and gets makeover”. El artículo de Nicholas Casey (cuya versión en español está disponible aquí), explica cómo tras medio siglo de vida la famosa muñeca llega a los estantes con su popularidad palideciendo, con ventas estancadas o a la baja, sin haber realizado grandes innovaciones en su imagen, y sobre todo con una fuerte competencia enfrente (“Bratz” de MGA Entertainment, y “Hannah Montana”, de Disney). Pese a todo, Barbie, ese icono que reflejó y marcó pautas de moda, sigue siendo un nombre a tener en cuenta. Ahora, Barbie irá a hacerse un makeover para tratar de vender una imagen más fresca, atractiva, y conquistar así a un público joven, pero también re-conquistar a uno mayor, pues según dice Robert Dickson (nuevo director general de la marca), Barbie empezará a vincularse más al mundo de la moda, y podremos ver proyectos de la mano con Vogue maganize, por ejemplo.

Por cierto, que mientras escribo esto estoy en Cuernavaca, en Morelos; el fin de semana voy a Taxco, en Guerrero; la mayor parte del tiempo vivo en el DF, y tengo el placer de visitar con regularidad Jalisco y Querétaro. ¿Qué tienen en común estos estados? En todos, el PRI es un partido de oposición. Es cierto que de acuerdo a los análisis y encuestas de que disponemos, el PRI se perfila para ser el gran ganador en las elecciones de 2009 para el Legislativo federal, que renueva sus 500 diputados, y donde se prevé una mayoría tricolor. Pero en las entidades en que es oposición (y aun en algunas que no lo es) el PRI llega, similar a Barbie, con nombre y estructura, pero desgastado, con innercias a cuestas, sin haber realizado grandes innovaciones en su imagen, y sobre todo, con una fuerte competencia en frente. Los buenos resultados de 2009 podrían quedarse sólo en el Congreso y no en los estados, como ha apuntado en entrevista radiofónica el analista Pablo Hiriat.

El dato no es menor: la primera fuerza territorial y que se perfila a ser primera fuerza en la Cámara de diputados, que ya anticipa con entusiasmo esta recuperación, con todo, no deja de ser un instituto político que a nivel local tiene escenarios tan disímiles como el de Coahuila, donde gobierna el estado y acaba de ganar 20 de 20 distritos, en contraste con Morelos, donde es oposición desde el 2000, y sin la figura plurinominal no tendría un solo diputado. El revolucionario institucional es el partido que gobierna al mayor número de mexicanos directamente; ha mostrado unidad, capacidad negociadora y liderazgo en el plano nacional. Pero en el escenario local, en muchos de los estados en que ustedes y yo vivimos, el PRI necesita un makeover urgente.

En varios sentidos, el PRI (es decir, el PRI opositor y local, que los adjetivos cuentan) es como la cincuentona muñeca rubia: no llega en su mejor forma, pero es imposible que su nombre no nos suene, no nos diga algo. Nuestra generación creció con él en la cúspide; sabemos, aunque sea de oídas, la larga historia que tiene sobre sus hombros (errores y aciertos). Nos tocó ya a una edad lucida ver el 2000. Y ahora, en 2009 el PRI –y el resto de los partidos— va a buscar re-conquistar el voto adulto, pero sobre todo a conquistar el voto joven, el nuestro. ¿en qué va a consistir el makeover? Al igual que Barbie, el PRI opositor y local puede tener el nombre, la estructura, la experiencia. Pero le falta la frescura para llegar con propuestas para las nuevas generaciones. Le falta definir qué es lo que va a abanderar que pueda ser interesante para los nuevos votantes. Los analistas sugieren que uno de los activos en que se puede montar el PRI es precisamente su oficio de gobierno. ¿Pero, va a poder sacar esta carta, 1) ante un público joven que tiene nuevas maneras de ver la política; y 2) en el escenario de estados donde es oposición o de plano sólo está representado por la gracia plurinominal? Difícil.

Seguramente vamos a presenciar un profundo makeover, y no sólo de parte del PRI, sino que quien quiera que pretenda ganar las simpatías jóvenes tendrá que plantear nuevas estrategias, nuevas propuestas, novedosas formas de comunicar, en fin, los partidos tendrán que re-inventarse para seguirle el paso al votante de 18-30 años. Esto en si mismo, de darse, se agradecerá. Habrá que estar atentos puesto que, por el simple hecho de ser votantes jóvenes, seremos protagonistas obligados en la trama de 2009, que se antoja reñida e interesante., no menos que la de 2012 que irremediablemente se anuncia desde ahora.

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Este año lo empezamos con otro 50 aniversario, sólo que este de un enorme y verdadero significado histórico y emotivo: el triunfo de la Revolución cubana. La revista GQ de este mes reproduce una entrevista con Steven Soderbergh el cineasta ganador del Oscar y la Palma de Oro de Cannes, quien nos trajo la serie de La gran estafa y Traffic, y que en este año lleva a la pantalla “Che”. No me aventaré aquí el comentario de la película, pero por la calidad del director, actores (Benicio del Toro), producción y el tema, es una realización que hay que ver.

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